jueves, 10 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado octavo. 4P

 Los géneros literarios en el Nuevo Testamento

Además de los cuatro evangelios, el Nuevo Testamento está formado por otros 23 libros. 

Hechos de los Apóstoles 

Se escribió a finales del siglo I. Para Lucas, su autor, es como una segunda parte de su evangelio. Narra el crecimiento de la Iglesia en sus primeros años. Nos muestra cómo la comunidad cristiana continúa la misión que Cristo comenzó. Sus principales protagonistas son los apóstoles Pedro y Pablo. 

Las cartas de Pablo De las 21 cartas con que cuenta el Nuevo Testamento, 13 se atribuyen a san Pablo. Era un judío, fariseo intransigente, nacido en Tarso (en la actual Turquía). Persiguió a los discípulos de Jesús hasta su encuentro con Cristo resucitado en el camino de Damasco hacia el año 35 d. C. A partir de este momento se convirtió en el mejor predicador de la buena noticia de Jesús.

Escribe cartas a las comunidades cristianas del Mediterráneo para animarles en su fe y exhortarles a ser fieles al mensaje del evangelio. Algunas de estas cartas están dirigidas a los corintios, los romanos, los tesalonicenses, los filipenses, los colosenses, los efesios... Estas cartas suministran los primeros datos sobre la vida y las circunstancias de las diversas comunidades cristianas.

Las cartas católicas 

Las otras cartas del Nuevo Testamento son conocidas por el nombre de aquellas personas que la tradición considera sus autores: Juan, Pedro, Santiago..., en lugar de sus destinatarios.

El Apocalipsis 

Es el último libro del Nuevo Testamento. Apocalipsis es una palabra griega que significa "quitar el velo", descorrer el velo que oculta algo. Su autor intenta mostrar lo que nos espera al final de los tiempos: la intervención de Dios para salvar a la humanidad. 

Es un libro lleno de símbolos. Está dirigido a los cristianos de Roma que padecen persecución en tiempos del emperador Domiciano (años 81-96). Su mensaje está lleno de optimismo.


martes, 8 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado sexto. 4P

El Señor volverá

Jesús, en su predicación, habló varias veces de que volvería. La primera venida de Jesús corresponde con su nacimiento hace más de dos mil años. Entonces, con su vida y su predicación, empezó un tiempo nuevo. 

Podemos decir que en la primera venida Jesús inició y sembró el reino de Dios, y que volverá cuando acabe la historia. Es lo que los ángeles dicen a los apóstoles en el momento de la ascensión de Jesús. Desconocemos absolutamente cuando se producirá esa segunda venida.

Entre la primera y la segunda venida de Jesús está el tiempo de la historia. Es el tiempo en el que las personas vamos viviendo a lo largo de los años. 

En este tiempo existe una verdadera lucha entre el bien y el mal. Cada persona, según actúe en su vida, hace crecer o no el reino que Jesús inauguró. 

La segunda venida de Jesús supondrá también un juicio sobre el mundo. Especialmente los que sufren alcanzarán la liberación definitiva.

El Nuevo Testamento habla de un día glorioso que marcará el triunfo de Dios por su Hijo Jesús. Entonces tendrá lugar el restablecimiento de todas las cosas con miras a la salvación y a la transformación gloriosa de nuestros cuerpos. 

El pasaje que de forma más completa habla de la venida del Señor se encuentra en los capítulos 24 y 25 de Mateo. La respuesta que Jesús da a quienes le preguntan sobre lo que sucederá se puede resumir de esta manera:

– Señales de la venida de Cristo. En un lenguaje apocalíptico, Jesús habla de la aparición de falsos profetas, catástrofes cósmicas, enfrentamientos entre los pueblos, miserias generalizadas. Lo que Jesús quiere dejar claro es que esa venida se podrá distinguir fácilmente. Será tan clara como un relámpago en la oscuridad.

– ¿Cuándo ocurrirá? Jesús dice que “en cuanto al día y la hora nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre”. Lo que hace falta es estar vigilantes. Y lo explica con tres expresivas parábolas: la del criado infiel, la de las jóvenes previsoras y las descuidadas, y la de los talentos.

– Cómo vendrá y qué ocurrirá. Vendrá con gloria para juzgar. En el juicio, el Padre pronunciará, por medio de su Hijo, la palabra definitiva sobre la historia.

Actividad 01 Religión, grado séptimo. 4P

 La relación de Jesús con los niños y el tato a los padres.

Las sociedades patriarcales giraban en torno a la autoridad de los adultos. Los varones más pequeños se incorporaban gradualmente al mundo de las responsabilidades, el trabajo, la toma de decisiones. Desde este punto de vista, el espacio propio de los niños estaba junto a las mujeres, en la ayuda de las labores de la casa. No podían molestar a los hombres y su palabra contaba muy poco. En muchas ocasiones eran incorporados a las labores de la casa en los servicios más humildes: limpiar las salas, guardar el ganado, recoger leña, atender a los huéspedes, etc. En los Evangelios, aparecen jugando en la calle en sus ratos de ocio. 

En cierta ocasión llevaron a unos niños para que Jesús les impusiera las manos. Los discípulos creyeron que molestaban al Maestro. En cambio, Jesús, dándose cuenta de la actitud de sus discípulos, los ubicó en el centro de todos y los puso como ejemplo para entrar en el Reino de los cielos. Al igual que con algunas mujeres excluidas, en la prioridad de Jesús, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.

La atención debida a los padres.

La sociedad judía era muy respetuosa con los mayores. La voz de los ancianos era muy importante; los padres eran respetados hasta su ancianidad. Lo que ellos habían aportado a sus hijos en la juventud, ahora eran devuelto cuando ya se volvían necesitados de atención por los años. Los hijos ya adultos cuidaban y sostenían a los ancianos padres. 

Pero no siempre se vivía así: incluso se usaba un pretexto religioso para no atender a los padres necesitados. El dinero dado al templo para el culto a Dios se quitaba de lo destinado a ellos . Jesús no cayó en el engaño; es una falsa religión que pone el culto por delante de las personas, incluida la familia.

La familia, desde el punto de vista de Jesús.

Jesús tuvo una experiencia familiar muy profunda. Su relación con José y María supuso una referencia para entender lo que una familia debe ser. Pero la familia de Jesús también es otra: su experiencia personal y única de Dios le permite reconocer en Él un padre bueno, un auténtico Papá. Y nosotros, todos hijos de un mismo Padre, somos hermanos y debemos comportarnos como tal.

Esta experiencia original y profunda le permite ir más allá de algunas normas y costumbres del pueblo judío. Así:

  • Va contra la poligamia porque considera que el amor entre un hombre y una mujer es único.
  • Reconoce que el compromiso matrimonial es para siempre, a pesar de que la práctica del divorcio estaba permitida.
  • Trata a las mujeres, a los niños y a los padres ancianos con el debido respeto y les otorga el sitio merecido en la familia y en la sociedad, mirándolos con unos ojos distintos de los de sus contemporáneos.
  • Pone en el centro de la familia el amor incondicional a todos.
Tomado del Libro de religión de séptimo: Ver a Jesús. Editorial SM.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Actividad 06 Religión, grado noveno.

 Los Valores que vivió Jesús.

Hemos visto el proceso que seguimos las personas en busca de la felicidad. Jesús, a lo largo de su vida, también decidió y optó por determinados valores. Para un cristiano es muy importante conocer cómo vivió Jesús y cuáles fueron los valores que le hicieron feliz.

Jesús se siente amado por Dios y cumple su voluntad.

Jesús se sentía profundamente amado por Dios y toda su vida fue una búsqueda constante de la voluntad de Dios sobre él. Se puede afirmar que el centro de la vida de Jesús era su relación con Dios.

La forma que Jesús tiene de responder al amor de Dios es entregarse a la misión que el Padre le ha encomendado: anunciar la llegada del reino de Dios y traer la salvación definitiva. En la conciencia de Jesús la escala de valores gira en torno al amor que recibe de Dios y al amor que entrega a todos los que le rodean.


jueves, 3 de septiembre de 2020

Actividad 06 Religión, grado octavo.

 LOS GÉNEROS LITERARIOS DE LOS EVANGELIOS

Al igual que los autores del Antiguo Testamento, los evangelistas usaron diferentes géneros literarios propios de su época. Lo hacían así cuando querían obtener un efecto concreto en los lectores. Los principales géneros literarios que contiene el Nuevo Testamento son:

NARRACIONES 

Describen hechos de la vida de Jesús:

- Unas veces, estas narraciones recogen acciones milagrosas de Jesús. Por ejemplo, las curaciones de un leproso, de un ciego o de un paralítico. 

- Otras, se refieren a Jesús mismo. Por ejemplo, el bautismo, las tentaciones en el desierto, su pasión, su muerte. 

- Otras, son narraciones escritas para encuadrar un dicho importante de Jesús. Por ejemplo: El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. 

Relatos de vocación o de llamada de Jesús a sus discípulos. Son generalmente relatos breves. Una mirada o una frase son suficientes: a Leví o Mateo le dice simplemente "sígueme"; a Pedro y Andrés les convoca con la frase "vengan detrás de mí y les haré pescadores de hombres".

DISCURSOS 

Son consejos y recomendaciones que Jesús da a sus discípulos. Por ejemplo: Vosotros sois la luz del mundo. Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que, al ver vuestras Buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

PARÁBOLAS 

Son comparaciones desarrolladas bajo la forma de una pequeña historia sacada de la vida corriente. Jesús las usaba para dar una enseñanza fácilmente comprensible sobre Dios y sobre el reino. Intentan hacer reflexionar a la gente para que sigan los valores del reino. Ejemplos de parábolas son La oveja perdida. El hijo pródigo o El Padre Misericordioso, El buen samaritano...


miércoles, 2 de septiembre de 2020

Actividad 06 Religión, grado décimo.

Los relatos de la resurrección


Estos relatos narran las apariciones de Jesús a los discípulos y a algunas mujeres.

Se pueden dividir en tres tipos de relatos: los que hablan sobre el sepulcro vacío; los referidos a la aparición a los Once; y las apariciones a algunos discípulos.

El sepulcro vacío

Estos relatos nacieron, posiblemente, para ser meditados por los cristianos en las peregrinaciones al santo sepulcro. El sepulcro vacío no supuso el punto de partida de la fe en la resurrección de Jesús, porque el hecho en sí permitía muchas interpretaciones. De hecho, corría el rumor entre los judíos de que los discípulos habrían robado el cuerpo de Jesús.

El sepulcro vacío fue simplemente un signo que preparó a los discípulos para recibir el mensaje de la resurrección.

Los encuentros con Jesús resucitado

Los encuentros de Jesús con sus discípulos provocaron en ellos la fe en la resurrección de Jesús. Esto les dio alegría, paz y deseos de anunciar a los demás lo que habían visto.

Cuando se afirma que Jesús resucitó no es porque permanecía presente en la memoria de los discípulos, o porque su mensaje seguía vivo entre ellos. Esto se podría decir de muchos personajes de la historia. Decir que Jesús ha resucitado es afirmar que él vive para siempre actuando y haciéndose presente en el mundo.

¿Cómo se puede creer hoy que Jesús está vivo?

Si las apariciones del resucitado ya no se vuelven a producir, ¿cómo se puede creer hoy que Jesús resucitó?

- Primero, confiando en el testimonio de aquellos que fueron testigos de sus apariciones. Muchos de ellos entregaron su vida por esta causa.

- Segundo, teniendo una relación personal con Jesús vivo. Hay muchos caminos para encontrarle hoy: la comunidad de los cristianos (la Iglesia); los sacramentos, especialmente la eucaristía; la palabra  de Dios (lectura de la Biblia); la lucha contra la pobreza  (Jesús se identificó con  los excluidos).

Quien recorre estos caminos descubre que Jesús vive.

Actividad 02:

Resuelve el siguiente crucigrama sobre la resurrección de Jesús.

Game Pin: 527788

martes, 1 de septiembre de 2020

Actividad 07 Religión, grado séptimo.

 La samaritana y la adúltera

Cuando Jesús habla con la mujer en el pozo de Jacob rompe una antigua tradición de rivalidad entre judíos y samaritanos. No le importan lo que las tradiciones digan si nos impiden anunciar la verdad del Evangelio a todas las personas. El Maestro se siente libre ante las costumbres porque lo más importante es llevar el conocimiento de Dios a todas las personas.

Esta mujer tiene un pasado difícil. Ha tenido distintos maridos; el texto no aclara si era viuda o había sido repudiada. Ahora vive con un hombre sin estar casada. Estos datos indican el poco valor que tenía en su comunidad. Jesús le deja claro que conoce su situación y no le importa: la ayuda a enfrentarse a su verdad. Él ve en la mujer una persona sedienta: por eso le ofrece el agua viva, que es el Evangelio. Y la mujer, poco a poco, descubre en Él la figura del Mesías. Más tarde acudirá a su gente para hablarles de Jesús. Y ellos creerán por su testimonio.

No juzguen y no serán juzgados.

Aún más clara es la situación de la mujer sorprendida en adulterio. La ley la condenaba a morir apedreada. Los judíos la traen ante Jesús con el fin de tener un motivo para condenarlo también a Él. Saben que en otras ocasiones ha curado en sábado, trasgrediendo la ley de Moisés. La ocasión es complicada: Jesús se juega su vida, como la mujer.

En la escena no aparece el hombre que fue sorprendido con ella. Es evidente que las mujeres reciben un trato injusto cargando con toda la culpa de la falta cometida. Jesús no es así. Por eso se pone de parte de quien recibe el peor daño.

En ningún momento Jesús duda de que la mujer haya cometido ese pecado. Pero también ahora va más allá. No corresponde a los hombres juzgar a los demás por sus actos. El motivo es muy sencillo: todos somos pecadores, nadie está libre de pecado. El juicio corresponde solo a Dios. Ni siquiera Él, que era bueno, se permite juzgarla. Se muestra misericordioso. Sabe que lo que la mujer hizo está mal y la invita a convertirse y cambiar de vida. Con gestos como este, Jesús hace presente entre nosotros a su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos (Mt 5,45) sin distinción.

Más allá de las apariencias

Jesús mira el corazón de las personas. No se guía solo por las apariencias. Esta actitud le ha traído complicaciones con las autoridades religiosas de su tiempo, que eran fieles a una ley que juzgaba a las personas según su comportamiento.

Como con la samaritana y la adúltera, el Maestro consigue superar el maltrato, la exclusión y la condena a muerte. Salvó la vida de las personas y, con ella, su dignidad y su valor. Ahora estas mujeres se convierten en colaboradoras suyas y anuncian la buena noticia de Jesús en sus ambientes.