jueves, 4 de febrero de 2021

Actividad 01 Religión, grado octavo. 1P

 LA VIDA CON LOS OTROS


Dentro de todas las especies conocidas, la humana es quizá la más débil desde el punto de vista físico y la que más tiempo necesita para que una nueva criatura llegue a su estado adulto. Todos los recién nacidos de cualquier especie son seres desvalidos, pero en el caso de la especie humana su situación se acentúa.

Esta realidad hace indispensable la existencia no solo de los padres y la familia, sino también de un amplio grupo de personas adultas que pueda recibir y acompañar en su crecimiento a la nueva criatura. Llegados a la vida adulta, los seres humanos continuamos ligándonos a nuevas personas y grupos en busca de comprensión y comunicación.

Cuando decimos que las personas somos seres sociales afirmamos que la relación con los demás y la pertenencia a grupos son elementos fundamentales del ser persona.

LAS DIFERENTES MANERAS DE PERTENECER A LOS GRUPOS

A veces, las personas no somos conscientes de nuestra dimensión social. Desde que nacemos estamos integrados de forma natural en determinadas agrupaciones.

La primera es la familia; pero, junto a ella, pertenecemos también a un determinado pueblo o nación, con una lengua y unas costumbres propias. En el proceso de crecimiento, la persona toma decisiones sobre estas realidades, pero la pertenencia a este tipo de grupos le viene dada, no la escoge desde el principio.

Con el paso de los años, la persona elige en qué lugar quiere vivir y con quién quiere relacionarse. Así van apareciendo los grupos a los que se pertenece por elección libre. Normalmente, las personas buscan en estos grupos desarrollar sus propias ilusiones, aquello que quieren ser. Los amigos, los compañeros de estudio, los grupos en torno a las aficiones o a las creencias son parte del entorno social de las personas.

En la vida adulta aparecen los grupos a los que se pertenece por la actividad profesional y social; el margen de elección suele ser escaso en esta etapa.

TOMAR CONCIENCIA DE LA REALIDAD SOCIAL.

En el momento de la pubertad o de la adolescencia, cuando la persona construye su identidad, es muy importante tomar conciencia de la propia realidad social. En un primer momento, mirando al pasado, para descubrir todo lo que se haya podido recibir, especialmente de la familia y de los primeros amigos.

Pero también mirando al presente y al futuro cuando ya se pertenece a grupos por elección propia. Las relaciones que establecemos y los grupos con los que nos relacionamos son muy importantes para el desarrollo de nuestra propia identidad.

 

Actividad 01

Piensa en un día cualquiera de tu vida y completa este cuadro:

Hora

Acción

Personas que participan

Personas que han aportado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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