viernes, 16 de octubre de 2020

Actividad 04 Religión, grado noveno. 4P

Dones y carismas.


La palabra carisma proviene del griego y significa “regalo, don gratuito”. Se utiliza para designar las capacidades o cualidades que el Espíritu Santo concede a los cristianos para que las pongan al servicio de la comunidad. 

San Pablo cita en sus cartas numerosos carismas (el don de lenguas, el don de curar, el don de la sabiduría,…) y señala que el amor es el carisma más importante, el que está por encima de todos. 

“Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversidad de servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad de actividades, pero uno mismo es el Dios que activa las cualidades en todos. A cada cual se le concede la manifestación del Espíritu para el bien de todos. Porque a uno Dios, a través del Espíritu, le concede hablar con sabiduría, mientras que a otro, gracias al mismo Espíritu, le da un profundo conocimiento. Por el mismo Espíritu, Dios concede a uno el don de la fe, a otro el carisma de curar enfermedades. Todo esto lo hace el mismo y único Espíritu, que reparte a cada uno sus dones como él quiere”. (1 Cor 12,4-11).

Los carismas son muchos y variados, pero la fuente es una: el Espíritu Santo. La existencia de los carismas es signo de lo que el ser humano puede hacer con la ayuda de la gracia de Dios. 

Los carismas no son para el provecho personal, sino para la edificación y servicio de la comunidad cristiana. Los servicios más comunes dentro de las primeras comunidades eran:

  • Los diáconos, que predicaban la palabra y atendían a los necesitados.
  • Los presbíteros, que presidían las celebraciones.
  • Los obispos, que guiaban y dirigían a las comunidades.
Muchos miembros, pero un sólo cuerpo.

La presencia del Espíritu y sus carismas formó un estilo de comunidades basado en la diversidad. Esta pluralidad de carismas y servicios iba tejiendo una manera de relacionarse entre los hermanos y hermanas, donde cada persona aportaba algo diferente para el bien de todos. Pero cuando la diversidad era tan grande, surge la necesidad de la unidad. Algunos poseedores de carismas más espectaculares se creían mejores que otros, pero no es así. Pablo les recuerda a los Corintios que, aunque seamos muchos, el cuerpo es uno, y que todos los miembros del cuerpo son importantes: desde el ojo y la mano, hasta el pie y la cabeza.

jueves, 15 de octubre de 2020

Actividad 04 Religión, grado octavo. 4P

El Espíritu Santo.

La fiesta de Pentecostés.

Pentecostés era una de las tres grandes fiestas de peregrinación de los israelitas al templo de Jerusalén. Por eso la ciudad estaba llena de judíos procedentes de todas partes. En Pentecostés se celebraba la entrega de la Ley por parte del Señor a Moisés en el monte Sinaí, y se ofrecían las primicias de la cosecha. En este ambiente estaban reunidos los discípulos. 

Lo que ocurre el día de Pentecostés es un fenómeno interior: los discípulos se llenan del Espíritu Santo. La manifestación exterior de esta presencia de Dios por medio del Espíritu Santo consiste en un gran ruido y en unas lenguas de fuego. Viento, ruido y fuego ya estaban presentes en el Antiguo Testamento cuando Dios se aparecía, como en el caso del Sinaí. 

Los discípulos se sienten transformados por este impulso interior y se lanzan a comunicar las grandezas de Dios, es decir, a predicar ante los que habían venido a Jerusalén para la fiesta, y cada uno les entendía en su propia lengua.

En Pentecostés se manifiesta la iglesia.

En Pentecostés se cumple la promesa: el Espíritu Santo se derrama en los corazones de los discípulos y estos reciben la fuerza necesaria para ser testigos de Jesús. El signo de que han recibido esa fuerza es que empiezan a predicar y a dar testimonio de su fe. 

El hecho de que se manifiesten en lenguas extranjeras indica que se cumple el mandato de Jesús de predicar a todos los pueblos. El mensaje de Jesús no es solo para los judíos. 

Jesús ya no los acompaña día a día como antes, pero ahora los discípulos tienen la ayuda del Espíritu Santo, que será como la presencia cercana de Dios, que les da fuerza y les ayuda a comprender el mensaje de Jesús.

 En Pentecostés nace la comunidad de los discípulos de Jesús, nace la Iglesia. A partir de este momento inicial, la Iglesia no hará más que extenderse por el mundo.



miércoles, 14 de octubre de 2020

martes, 13 de octubre de 2020

Actividad 05 Religión, grado sexto. 4P

¿Cuál es la misión de la Iglesia?

La iglesia continúa la presencia de Jesús en el mundo.

La misión de la Iglesia es continuar en el mundo la misma misión de Jesús, es decir, anunciar el reino de Dios, hacerlo presente en la vida de los cristianos y compartirlo con la comunidad humana. Si el origen de la Iglesia es Jesús, su misión no puede ser otra que la de continuar su presencia en el mundo. Del mismo modo que Jesucristo hizo presente a Dios entre los seres humanos, la Iglesia debe prolongar la vida de Jesús, ha de continuar su obra de liberación haciendo realidad el reino de Dios en todos los tiempos. 

Para realizar su misión la Iglesia necesita cumplir unas condiciones: 

– En primer lugar, la Iglesia debe ser ella misma una comunidad de hermanos y hermanas, una fraternidad que comparta la fe y la vida, en la que el amor, la ayuda y el servicio mutuo sean reales, y en la que Jesús se haga presente en la entrega de unos a otros. 

– En segundo lugar, la Iglesia debe ser anuncio y compromiso de liberación para los pobres y para los oprimidos. Debe estar entregada totalmente, como lo estuvo Jesús, a los débiles, a los marginados, a los que más ayuda necesitan.

La misión de la Iglesia es anunciar e instaurar el reino de Dios.

Para poder anunciar el reino de Dios por todo el mundo, la comunidad cristiana encontró cuatro formas de hacerlo, intentando dar una respuesta a las necesidades de la gente que le rodeaba y a las propias dificultades que entrañaba una vida en común. 

Vive en comunión. Ante la urgencia de conseguir un «solo corazón», los cristianos intentan vivir como hermanos. Se reúnen, comparten lo que tienen, ponen sus bienes en común y están atentos para que, entre ellos, no haya nadie que pase necesidad. A través del amor y el perdón, visualizan el reino que Dios quiere para todos sus hijos e hijas. 

Sirve a los más necesitados. La Iglesia se pone al servicio de los demás, especialmente de los más pobres, y se compromete en la transformación del mundo en una sociedad más solidaria y feliz. Para que el mandamiento del amor que Jesús les había dejado fuese eficaz, la Iglesia se dedica a atender a los más necesitados. 

Proclama el evangelio. Desde los comienzos, los seguidores de Jesús han proclamado y enseñado la buena noticia de la llegada del reino de Dios, incluso arriesgando su propia vida. La misión de la Iglesia es manifestar a Cristo ante los hombres, “hasta los confines del mundo”. Su misión es dar a conocer a Jesús e invitar a todos los hombres y mujeres a seguirle. 

Celebra el recuerdo y la memoria de Jesús. En días especiales, la comunidad se reúne para la oración y la celebración de su fe. En estos momentos, se recuerda la vida y el mensaje de Jesús, se da gracias a Dios por todo lo que hace por sus hijos, se comparte y se celebra la vida. Y muy especialmente, la comunidad celebra la memoria de Jesús en la Eucaristía.


Actividad 04 Religión, grado séptimo. 4P

 El regalo maravilloso de ser padres.

Los modelos de los evangelios.

Mediante la fe cristiana los padres encuentran en la Palabra de Dios y la oración su fuente de fuerza e inspiración. Si miramos el Evangelio, los padres de Jesús se convierten en una referencia directa para aprender a cumplir su misión. 

Como José, los padres:

  • Están atentos a lo que Dios pueda decirles y están decididos a ponerlo en práctica.
  • Guían a sus hijos por la vida, intentando que vivan en las mejores condiciones posibles.
  • Protegen a la familia de todos los peligros e intenta infundir seguridad y estabilidad.

Como María en las distintas escenas de los relatos de la infancia, los padres:

Alimentan y dan amor a sus hijos para que tengan fuerza y vigor.

Transmiten su fe y les hablan de amor a sus hijos para que crezcan en sabiduría.

Contemplan la obra de Dios en ellos conservan ese recuerdo en su corazón y le dan gracias.

Callan cuando no entienden, respetando el misterio de una vida y una misión que no les pertenece.

Jesús, modelo de todo cristiano.

Jesús no fue padre, pero con sus actitudes y valores es referencia para todo ser humano, en todas sus actividades y circunstancias. Los cristianos lo tienen siempre como primera y última referencia. Algunas conductas y palabras suyas pueden ser ejemplares para los padres. Por eso:

Como Jesús que bendecía a los niños y les imponía las manos (Mc 10, 13-16), los padres ponen otras preocupaciones en segundo lugar y comparten el tiempo necesario con sus hijos.

Como Jesús que hablaba con autoridad y no como los maestros de la ley (Mt 7, 29), los padres enseñan a sus hijos y les dan testimonio de los que les dicen.

Como Jesús ante la higuera estéril (Lc 13, 6-9), los padres saben tener paciencia con sus hijos y esperan que crezcan a su ritmo.

Como Jesús que se conmueve ante el dolor de la viuda de Naín (Lc 7, 13), los padres son sensibles a las emociones de sus hijos, las respetan e intervienen para ayudarles cuando lo necesitan

Como Jesús ante los gestos de los pobres (Lc 21, 1-3), los padres reconocen el valor de las acciones de sus hijos, incluso las más sencillas.

Como Jesús ante los intentos de manipulación de las autoridades y la gente, los padres saben ser claros y firmes con sus hijos, no dejándose llevar por presiones.

Como Jesús ante las autoridades (Jn 8, 11), los padres perdonan a sus hijos, pero les piden que no lo vuelvan a hacer.

Como Jesús que ora al padre por sus discípulos (Jn 17, 9), los padres tienen presentes a sus hijos en la oración.


viernes, 2 de octubre de 2020

Actividad 03 Religión, grado noveno. 4P

La iglesia, desde Pentecostés.


En Pentecostés nace la comunidad de los discípulos de Jesús. 

A partir de Pentecostés la comunidad cristiana se encarga de hacer presente la vida y el mensaje de Jesús. Tras la muerte de Jesús los discípulos permanecen unidos en torno a los apóstoles y a María, la madre de Jesús. Durante ese tiempo, Jesús se les aparece varias veces, manifestándoles que está vivo y animándoles a cumplir su misión.

El libro de los Hechos narra cómo en la fiesta de Pentecostés se cumple la promesa.

La fiesta Judía

Cincuenta días después de la Pascua, el pueblo judío celebraba una acción de gracias que coincidía con la recolección de los cereales. Se celebraba la Alianza con Dios en el monte Sinaí y se ofrecían los frutos de los campos. A diferencia de muchas religiones, los judíos contaban con un único templo que estaba en Jerusalén. Era allí donde se celebraban las fiestas y se ofrecían los sacrificios. En cada pueblo contaban solo con la sinagoga para escuchar la palabra de Dios, comentarla y rezar juntos. Para la Pascua o Pentecostés se reunían judíos de todos los puntos del Mediterráneo en Jerusalén para celebrar la fiesta. 

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a una ráfaga de viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo los movía a expresarse”. (Hch 2,1-4) 

El Espíritu Santo se derramó en los corazones de los discípulos y ellos recibieron la fuerza necesaria para ser testigos de Jesús. A partir de entonces ya no serían los mismos. Ese grupo, encerrado por miedo, abre las puertas y comienza a dar testimonio a todo el mundo de Jesucristo. 

En Pentecostés nace la comunidad de los discípulos y discípulas de Jesús, se manifiesta la Iglesia. 

Tras su muerte y Resurrección, Jesús ya no está físicamente con sus discípulos; sin embargo, a partir del acontecimiento de Pentecostés la comunidad cristiana se encarga de hacer presente la vida y el mensaje de Jesús.


jueves, 1 de octubre de 2020

Actividad 03 Religión, grado octavo. 4P

¿Qué espera Jesús de su nueva familia?

Hay determinados grupos que se forman por aficiones compartidas o por afinidades de otro tipo. Lo que une a los discípulos es su especial relación con Jesús, junto con el que buscan cumplir la voluntad de Dios. 

Así, el grupo de los discípulos se convierte en una comunidad, en una nueva familia, la de los amigos de Jesús. Han recibido el mensaje del Padre y se consideran hermanos. 

Pero no solo viven en el amor, sino que están destinados a “dar fruto”, es decir a comunicar al resto de las personas este mensaje y esta forma de vida.

Enviados en representación de Jesús.

Jesús, ya durante su vida, cuenta con sus discípulos para que le ayuden en la predicación. Los envía como representantes suyos para que anuncien la llegada del reino de Dios. 

Pero aunque tengan éxito en esa misión, lo más importante no es el resultado que obtengan, sino que sus nombres “están inscritos en el cielo”, es decir, que viven unidos a Jesús y al Padre.

La promesa del Espíritu.

Jesús les había estado comunicando todo durante su vida, pero los discípulos no siempre entendían la profundidad de lo que Jesús era y vivía. 

Por eso les promete el Espíritu Santo, que será enviado por el Padre cuando Jesús haya muerto. Con su ayuda, los discípulos serán capaces de vivir como hermanos y de cumplir la misión que Jesús les encomienda.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Actividad 04 Religión, grado sexto. 4P

Carismas y ministerios.

La palabra carisma proviene del griego y significa “regalo, don gratuito”. Se utiliza para designar las capacidades o cualidades que el Espíritu Santo concede a los cristianos para que las pongan al servicio de la comunidad.

No son para el provecho personal, sino para la edificación de la Iglesia al servicio del reino de Dios. Por ejemplo: la vocación religiosa, una especial sensibilidad hacia los más pobres, el afán de enseñar, de acompañar… 

San Pablo cita en sus cartas numerosos carismas (el don de lenguas, el don de curar, el don de la sabiduría,...); y señala que el amor es el carisma más importante, el que está por encima de todos.

Un solo cuerpo y diversas responsabilidades.

San Pablo empezó a utilizar la expresión “cuerpo de Cristo” para definir la Iglesia. Del mismo modo que en un cuerpo hay diferentes miembros y todos son importantes porque cumplen su función, dentro de la Iglesia hay variedad de responsabilidades y servicios. 

Dentro de la Iglesia podemos distinguir tres grandes formas de pertenecer a la comunidad: 

Los laicos. Es el grupo más numeroso e incluye a todos los fieles cristianos que viven su vida profesional y familiar intentando mejorar nuestro mundo. 

La jerarquía de la Iglesia. A ella pertenecen los obispos, entre los cuales el Papa tiene un lugar preeminente; también los sacerdotes o presbíteros, que, presididos por el obispo, trabajan al servicio de la comunidad; y los diáconos, que ayudan a los sacerdotes en sus tareas. 

Los religiosos y religiosas. Viven en comunidad. Hacen votos de pobreza, castidad y obediencia, y tienen como ideal el seguimiento más radical de Cristo, que vivió pobre, sin casarse y obediente a la voluntad de Dios.

Una comunidad organizada en diócesis y en parroquias

En el Imperio romano, una diócesis era una subdivisión administrativa territorial. Pronto la Iglesia adoptó el término para nombrar el territorio adjudicado a un obispo. 

Hoy una diócesis es el conjunto de creyentes que residen en un determinado territorio y que han sido confiados a un obispo. La unidad básica de la Iglesia es la diócesis. La catedral es la iglesia madre de una diócesis. 

Las diócesis están divididas en parroquias. La palabra parroquia significa “vecindario”. La parroquia tiene, pues, un marcado carácter territorial. Constituye una determinada comunidad de creyentes confiada al cuidado de un sacerdote al que se le llama párroco, y que es nombrado por el obispo.

 En torno a la parroquia se articula la vida de la comunidad cristiana. En ella tienen lugar las celebraciones litúrgicas y los sacramentos, así como las actividades de catequesis. Las parroquias también se han convertido en un importante centro de acogida, atención y acompañamiento a los más necesitados. La parroquia es ante todo un lugar de encuentro.


Actividad 03 Religión, grado séptimo. 4P

El sentido del sacramento del Matrimonio.

Para los cristianos, la vida matrimonial y familiar tiene su fundamento en el sacramento del Matrimonio. Todos los sacramentos unen a las personas con Dios y les permiten recibir de Él algo importante para sus vidas. Son un regalo y una gran ayuda. 

En el caso del sacramento del Matrimonio, el hombre y la mujer expresan el amor que se tienen y lo presentan a Dios. Él bendice este amor y se une a ellos para ayudarles a llevar adelante su proyecto de pareja. De esta manera, Dios se convierte en el cimiento sobre el que el hombre y la mujer construyen la familia. 

El sacramento del Matrimonio existe porque el mismo Jesús dio gran importancia a la unión del hombre y de la mujer. En su época existía entre los judíos la posibilidad de repudiar a la mujer por parte del marido, es decir, rechazarla por determinados motivos después de casados. Este derecho no era recíproco pues la mujer no podía repudiar al marido. 

En una ocasión le preguntaron a Jesús si era lícito o no repudiar a la mujer. Su respuesta fue: ¿No han leído en la Escritura que Dios, al principio, los creó hombre y mujer, y que dijo: Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán uno solo? De manera que ya no son dos sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre (Mt 19, 4-6).

Características del matrimonio cristiano.

De acuerdo con lo dicho anteriormente, el matrimonio cristiano tiene las siguientes características: 

  • No es algo que incumbe solo a la pareja. Es un proyecto de amor cuya fuente permanente es Dios mismo. 
  • El amor de la pareja se convierte en un signo del amor de Dios. Dios es amor y el hombre y la mujer aman como Dios ama.
  • Es un amor fiel, para siempre. no excluye las dificultades en el camino, pero estas se ven como ocasiones de avanzar en la vivencia del amor. 
  • La fecundidad del matrimonio incluye la transmisión de la fe a los hijos y al entorno social.




viernes, 25 de septiembre de 2020

Actividad 02 Religión, grado noveno. 4P

 Jesús promete enviar el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo acompaña, ilumina y da fuerza a los cristianos. 

Jesús prometió a sus discípulos que no los abandonaría nunca. Antes de subir a los cielos, Jesús se despidió de sus discípulos y les aconsejó: 

“No salgan de Jerusalén; esperen la promesa que les hice de parte del Padre; porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con Espíritu Santo dentro de pocos días”. 

Ya en otras ocasiones había hablado Jesús del envío del Espíritu. ¿Cuál será su misión?

  • Acompañar siempre a los discípulos: los creyentes no nos sentimos abandonados por Dios, ni olvidados por Jesús. Su Espíritu nos acompaña siempre y podemos sentir en nuestro interior que es verdad la promesa que Jesús nos hizo un día: “Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”.
  • Iluminarlos para recordar y comprender la vida y el mensaje de Jesús: el Espíritu Santo es la luz que nos permite comprender el misterio de Dios manifestado en Jesucristo. Cuando los apóstoles se quedan solos, es el mismo Espíritu quien les ayuda a recordar lo que Jesús hizo y dijo; eso les permite mantener viva la memoria del Maestro.
  • Darles la fuerza para ser testigos de Jesús por todo el mundo: ante todo, Jesús quiere darnos su mismo Espíritu para que podamos continuar la obra que Él mismo ha comenzado. Gracias al Espíritu Santo podemos seguir dando a conocer el Reino de Dios a nuestros amigos y compañeros y podemos encontrar la fuerza para acompañar a los pobres, guiar a los ciegos, etc. 

Con su Espíritu, podemos confesar como San Pablo: “ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí”.

En la biblia se habla de símbolos que explican la acción del Espíritu Santo. Estos símbolos son:

El fuego: de esta manera aparece en la fiesta de pentecostés, cuando se derrama en los corazones de los discípulos. De esta manera reciben lo necesario para empezar su labor evangelizadora.

El aliento: de esta forma lo muestra el evangelio de san Juan: "Jesús sopló sobre ellos y les dijo: reciban el Espíritu Santo". El aliento es la vida de las personas. En la creación, Dios sopló su aliento sobre el barro para darle vida.

El viento: Jesús lo explica a Nicodemo cuando dice "el viento sopla de donde quiere si tu oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu Santo".

El agua: hace referencia al bautismo de los cristianos en el que se recibe el Espíritu Santo y se incorporan a la comunidad eclesial.

El aceite: es usado en el A.T para ungir a los sacerdotes, profetas y reyes. Cristo, quiere decir ungido. Sus seguidores somos ungidos como sacerdotes, profetas y reyes.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Actividad 02 Religión, grado octavo. 4P

Jesús se rodea de un grupo.

Los cuatro evangelios cuentan cómo Jesús, desde el principio de su vida pública, llamó a algunas personas para que estuvieran junto a Él y vivieran a su lado todo el proceso de predicación a lo largo y ancho de Palestina. 

En el evangelio, los que componen este grupo más reducido reciben el nombre de discípulos. El discípulo no se limita a escuchar las enseñanzas del maestro, sino que lo sigue, convive con Él y acepta su palabra haciéndola una forma de vida. 

Estas personas constituyen el grupo íntimo de Jesús: a ellos les cuenta sus inquietudes y con ellos comparte sus estados de ánimo y su vida interior. Establece con todos ellos un alto nivel de comunicación. 

Entre ese grupo de discípulos se encuentran muchas mujeres, alguna de las cuales, como María Magdalena, lo acompañarán hasta la cruz. Además de este grupo, más o menos estable, Jesús reunía a muchedumbres en los diferentes lugares que visitaba. 

En un momento determinado de su vida pública, Jesús escoge a 12 de sus discípulos y les da el calificativo de apóstoles, que significa “enviados”. Son sus colaboradores más cercanos y sobre ellos recae la responsabilidad de animar la comunidad de los cristianos luego de la muerte de Jesús. 

Los seguidores de Jesús, un grupo distinto.

En tiempos de Jesús existían también otros maestros que contaban con discípulos. Jesús se diferenció de ellos por varias razones, entre ellas por el hecho de que entre sus seguidores hubiera mujeres. Pero también por lo que Jesús pedía y esperaba del grupo de sus seguidores. Son más que compañeros: entre ellos se establece una relación intensa, como la de una nueva familia, una auténtica comunidad de hermanos unidos por el amor del Dios Padre de Jesús. 

Además, la autoridad dentro de ese grupo no debe nunca ejercerse como poder, sino, siguiendo el ejemplo de Jesús, como auténticos servidores: “El que quiera ser grande entre vosotros sea vuestro servidor”.

Continuadores de la obra de Jesús.

El grupo de los discípulos no solo está destinado a vivir una nueva relación de fraternidad en el interior de la comunidad, sino que también debe “dar fruto”, es decir, continuar la obra de Jesús extendiendo el trabajo y la predicación sobre el reino de Dios. 

Su misión consiste en anunciar a todo el mundo el mensaje y la forma de vida a la que Jesús llama. 

Jesús confía a sus discípulos la misma misión que Él desempeñó: que vivan en profundidad el hecho de que Dios Padre nos ama, y que anuncien y lleven a todo el mundo ese amor.

Tomado del libro de Religión: Ver a Jesús de grado octavo. Editorial SM


miércoles, 23 de septiembre de 2020

Actividad 02 Religión, grado décimo. 4P

 El proyecto de un joven cristiano.

En el tema anterior analizamos la opción fundamental de Jesús y su correspondiente escala de valores. Ahora, nos planteamos qué reflejo tiene esa experiencia de Jesús en la vida moral del joven cristiano. Y lo hacemos analizando la experiencia de san Pablo tal y como la relata él mismo en sus escritos. 

Los siguientes textos bíblicos hablan sobre la argumentación moral cristiana en san Pablo y los cambios que produjeron su conversión:


Han escuchado, sin duda, de mi antigua conducta con el judaísmo: con qué furia perseguía yo a la Iglesia de Dios intentando destrozarla. Incluso aventajaba dentro del judaísmo a muchos compatriotas de mi edad como fanático partidario de las tradiciones de mis antepasados. Pero cuando Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por pura bondad, se complació en revelarme a su Hijo y en hacerme su mensajero entre los paganos, inmediatamente, sin consultar a hombre alguno y sin subir a Jerusalén para ver a quienes eran apóstoles antes que yo, me dirigí a Arabia y de nuevo regresé a Damasco.

Gál 1, 13-17

Fui circundado a los ocho días de nacer, soy de la descendencia de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pies a cabeza, fariseo en cuanto al modo de entender la ley, fanático perseguidor de la Iglesia, e irreprochable en lo que se refiere al cumplimiento de la ley. 

Pero lo que entonces consideraba una ganancia, ahora lo considero pérdida por amor a Cristo. Más aún, pienso incluso que nada vale la pena si se compara con el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él he sacrificado todas las cosas, y todo lo tengo por estiércol con tal de ganar a Cristo...

Flp 3, 5-8

Sin embargo, la misma ley me ha llevado a romper con la ley a fin de vivir para Dios. Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que es Cristo quien en mí. Ahora, en mi vida terrena, vivo creyendo en el Hijo de Dios que amó y se entregó por mí.

Gál 2, 19-20

Les digo, pues, y les recomiendo con insistencia en el nombre del Señor, que no vivan como viven los paganos: vacíos de pensamiento, oscurecida la mente y alejados de la vida de Dios a causa de su ignorancia y su terquedad. Perdido el sentido moral, se han entregado al vicio y se dedican a todo género de impurezas y codicia. ¡No es eso lo que ustedes han aprendido sobre Cristo! Porque supongo que han oído hablar de Él y que, en conformidad con la auténtica doctrina de Jesús, les enseñaron como cristianos a renunciar a su conducta anterior y al hombre viejo corrompido por seductores apetitos. De este modo se renuevan espiritualmente y se revisten del hombre nuevo creado a imagen de Dios, para llevar una vida verdaderamente recta y santa. 

Por tanto, destierren la mentira; que cada uno diga la verdad a su prójimo ya que somos miembros los unos de los otros. Si se dejan llevar de la ira, que no sea hasta el punto de pecar y que su enojo no dure más allá de la puesta del sol. Y no den al diablo oportunidad alguna. El ladrón, que no robe más, sino que procure trabajar honradamente, para poder ayudar al que está necesitado. Que no salgan de su boca palabras groseras; si algo dicen, que sea bueno, edificante, oportuno y provechoso para quienes les escuchan. Y no causen tristeza al Espíritu Santo de Dios, que es como un sello impreso en ustedes para distinguirlos el día de la liberación. Que desaparezca de entre ustedes toda agresividad, rencor, ira, indignación, injurias y toda clase de maldad. Sean más bien bondadosos y compasivos los unos con los otros, y perdónense mutuamente, como Dios lo ha perdonado por medio de Cristo. Sean pues imitadores de Dios como hijos suyos muy queridos. Y hagan del amor la norma de su vida, a imitación de Cristo que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio de suave olor a Dios.

Ef 4, 17-5, 2

Es cierto, hermanos, que han sido llamados a la libertad. Pero no tomen la libertad como pretexto para satisfacer sus apetitos desordenados; antes bien, háganse esclavos los unos de los otros por amor. Pues toda ley se cumple si se cumple este solo mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se devoran unos a otros, terminarán aniquilándose mutuamente. 

Por tanto les pido: Caminen según el Espíritu Santo y no se dejen arrastrar por los apetitos desordenados. Porque esos apetitos actúan contra el Espíritu y el Espíritu contra ellos. Ambos combaten entre sí, por esos ustedes no pueden realizar sus buenos deseos. Pero si se dejan conducir por el Espíritu, no están bajo el dominio de la ley. 

En cuanto a los frutos de esos desordenados apetitos, son bien conocidos: fornicación, impureza, desenfreno, idolatría, hechicería, enemistades, discordias, rivalidad, ira, egoísmo, divisiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes. Los que hacen tales cosas –les repito ahora, como ya les dije antes– no heredarán el reino de Dios. 

En cambio, los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio de sí mismo. Ante esto no hay ley que valga. Ahora bien, los que son de Cristo Jesús han crucificado sus apetitos desordenados junto con sus pasiones y malos deseos. Si vivimos gracias al Espíritu, comportémonos también según el Espíritu. No seamos vanidosos, provocándonos y envidiándonos unos a otros.

Gál 5, 13-26


martes, 22 de septiembre de 2020

Actividad 03 Religión, grado sexto. 4P

 La iglesia es una comunidad.

La Iglesia es más que una asociación o una organización: es una gran comunidad de hermanas y hermanos. La palabra “iglesia” significa convocatoria, asamblea, comunidad. La Iglesia no es un lugar de reunión, aunque también llamemos «iglesia» al edificio en el que se reúnen los cristianos. La Iglesia la forman las personas, la comunidad. 

La Iglesia es la comunidad de los seguidores de Jesús, comunidad que desea anunciar, con su vida, el evangelio de Jesucristo como salvación para todos.

Imágenes para describir la Iglesia.

¿Cómo es este pueblo de Dios que llamamos Iglesia? ¿Cuál es su manera de ser? La Iglesia se describe a sí misma con tres imágenes:

  • La Iglesia, pueblo de Dios. Así como en el Antiguo Testamento Dios eligió a Israel como su pueblo, en el Nuevo Testamento ha instituido la comunidad de creyentes en Cristo como el nuevo pueblo de Dios. Todos los cristianos se incorporan a él por el Bautismo.
  • La Iglesia, cuerpo de Cristo. La comparación de la Iglesia con el cuerpo ayuda a entender mejor la relación existente entre la Iglesia y Cristo: todos los miembros permanecen unidos entre sí por su unión con Cristo que es la cabeza de ese cuerpo. En la Iglesia, como en un cuerpo, existe una diversidad de funciones y de cometidos.
  • La Iglesia, templo del Espíritu Santo. Sobre el fundamento de Cristo los apóstoles levantaron la Iglesia como si fuera un edificio, la casa de Dios, un templo. Lo que la Iglesia anuncia, testimonia y celebra es siempre gracias al Espíritu Santo que reside y actúa en ella.
La iglesia es humana y divina.

El Concilio Vaticano II afirma que la Iglesia es “una realidad compleja en la que están unidos el elemento divino y el humano”.

– El elemento humano, es decir, las personas que la forman, confiere a la Iglesia los mismos rasgos que caracterizan a otras sociedades humanas: históricos, culturales, organizativos, etc. Formada por seres humanos, manifiesta muchas veces los defectos y egoísmos de los hombres. 

– Por su dimensión divina, la Iglesia tiene su explicación en el plan de Dios de salvar a la humanidad. A través de ella Cristo está salvando al mundo.

Rasgos de una comunidad

En la Iglesia hay muchas y muy variadas comunidades, pero todas ellas tienen unos elementos comunes. Una comunidad cristiana es un grupo que:

– está unido por la fe en Jesucristo; 
– está en comunión con la Iglesia universal; 
– vive en su interior el amor fraterno en libertad; 
– forma a sus miembros para vivir la vida cristiana; 
– celebra su fe en la vivencia de los sacramentos; 
– anuncia el evangelio; 
– cultiva la solidaridad y el amor al necesitado;
– colabora en la construcción de un mundo mejor.

Actividad de clase:

Realizar una infografía en Canva con base en el tema: La iglesia es una comunidad. En la infografía se deben escribir los siguientes temas: Imágenes para describir la Iglesia, La iglesia es humana y divina, y los rasgos característicos de la Iglesia.

Link para ingresar:

https://www.canva.com/brand/join?token=tqxoz2kOS3vDAczx854Wig&brandingVariant=edu&referrer=team-invite

Actividad 02 Religión, grado séptimo. 4P

Unidos por el amor

El matrimonio, base de la familia.

En el Matrimonio, el hombre y la mujer se unen por amor. Los frutos de esta unión son muchos:

  • Ayuda a la pareja a realizarse como personas en todos los campos.
  • Crea las condiciones para que los hijos nazcan y crezcan en un clima acogedor que garantice su cuidado y desarrollo.
  • Aporta a la sociedad una estabilidad social y afectiva de gran importancia.

En nuestra cultura el Matrimonio genera la familia. Y esta es el lugar donde las personas tienen sus raíces, donde se pueden sentir amadas y donde aprenden desde los hábitos más elementales hasta los valores más importantes de la vida. Deberíamos decir que, en gran medida, la sociedad se sustenta en la familia y esta en el Matrimonio.

El orden de la familia

Los esposos un día tendrán hijos y surgirá la familia. Los hijos con el tiempo crecerán y abandonarán la casa de sus padres para fundar su propia familia. Sus hijos harán en su día lo mismo. ¡Esta es la historia de la vida! Una cadena ininterrumpida de padres e hijos donde nacemos y encontramos nuestro sitio. 

En la familia hay un orden de autoridad que viene marcado por este río de la vida. Los mayores merecen siempre el respeto y la obediencia de los más jóvenes. La mayor dignidad de las personas con más años tiene que ser conservada incluso cuando son ancianas y se vuelven dependientes de sus hijos o nietos.

Los Evangelios recuerdan que Jesús vivió con sus padres en Nazaret obedeciéndoles (Lc 2, 51). Así honraba la dignidad de sus padres, aunque más tarde tuviera que abandonar su familia. 

En cambio, este orden de la dignidad no implica que haya una prioridad distinta en el orden de la atención. Cuando nos referimos a quién hay que cuidar primero, el criterio es el contrario: primero cuidamos a los más débiles, que son los más pequeños. Mientras dependen de los adultos, los niños pequeños son atendidos como lo más precioso de la familia. Más adelante lo serán los padres ancianos, que vuelven a ser dependientes por su edad o por enfermedad.


VIAJE APOSTÓLICO
DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI
A VALENCIA (ESPAÑA) CON MOTIVO
DEL V ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS

La familia es el ámbito privilegiado donde cada persona aprende a dar y recibir amor. La familia es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y nada la puede suplir totalmente. Ella misma se apoya sobre todo en una profunda relación interpersonal entre los esposos, sostenida por el afecto y la comprensión mutua. Para ello recibe la abundante ayuda de Dios en el sacramento del Matrimonio. 

La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. La familia es una escuela de humanización del ser humano. La familia, fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, expresa la dimensión relacional, filial y comunitaria, y es el ámbito donde el ser humano puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral.

BENEDICTO XVI

Trabajo de Clase

Con base en el texto del papa Benedicto XVI, realizar una presentación en Canva (tipo infografía), en donde se hable de la familia y sus características.

Link para unirse a canva: 

https://www.canva.com/brand/join?token=tqxoz2kOS3vDAczx854Wig&brandingVariant=edu&referrer=team-invite

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado décimo. 4P

 El proyecto de vida de Jesús.

Los evangelios nos hablan de la escala de valores que vivió Jesús. A continuación se presentan esos valores en estos relatos: 

Entonces el Espíritu condujo a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió el hambre. El tentador se acercó entonces y le dijo: – Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes. Jesús le respondió: – Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Después el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: – Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dará órdenes a sus ángeles para que te lleven en brazos, de modo que tu pie no tropiece con ninguna piedra. Jesús le dijo: – También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. De nuevo el diablo lo llevó consigo a una montaña muy alta, le mostró todos los reinos del mundo con su gloria y le dijo: – Todo esto te daré, si te postras y me adoras. Entonces Jesús le dijo: – Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y solo a él le darás culto. Adorarás al Señor tu Dios y solo a Él le darás culto . Mt 4, 1-11

El hombre fue a informar a los judíos que era Jesús quien los había sanado. Jesús hacía obras como esta en sábado; por eso lo perseguían los judíos. Pero Jesús les respondió: Mi Padre no cesa nunca de trabajar; por eso yo trabajo también en todo tiempo. Yo no puedo hacer nada por mi cuenta. Juzgo según lo que Dios me dice, y mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mi voluntad, sino que cumplo la voluntad del que me envió. Jn 5, 15-17. 30

Después, mientras Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores vinieron y se sentaron con Él y sus discípulos. Al verlo, los fariseos, preguntaban a sus discípulos: ¿Por qué su maestro come con los recaudadores de impuestos y los pecadores? Los oyó Jesús y les dijo: No necesitan médico los sanos sino los enfermos. Entiendan bien qué significa: misericordia quiero y no sacrificios; porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Mt 9, 10-13

Entonces Jesús, sabiendo que el Padre le había entregado todo, y que de Dios había venido y a Dios regresaba, se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la colocó en la cintura. Después echó agua en una palangana y comenzó a lavar lo pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. Después de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a sentarse a la mesa y dijo a sus discípulos: ¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón porque efectivamente lo soy. Pues bien, si yo, que soy el Maestro y el Señor, le he lavado los pies, ustedes deben hacer lo mismo unos con otros. Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Jn 13, 3-5; 12-15

Cuando llegaron a un lugar llamado Getsemaní, dijo Jesús a sus discípulos: Siéntense aquí, mientras yo voy a orar. Tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, Comenzó a sentir miedo y angustia y les dijo: Me muero de tristeza. Quédense aquí y velen. Y avanzando un poco más, se postró en tierra y suplicaba que, si era posible, no se haga como yo quiero, sino como quieres tú. Mc 14, 32-36

 

martes, 15 de septiembre de 2020

Actividad 02 Religión, grado Sexto. 4P

 La Iglesia tiene su origen en Jesús.

Jesús se rodeó, desde el principio de su predicación, de un grupo cercano de personas: los discípulos. Algunos fueron llamados por Jesús; otros se unieron a él atraídos por su persona. Entre ellos había también mujeres. En un momento determinado, Jesús escoge a doce de entre el numeroso grupo de discípulos que le seguían. Les llama apóstoles que significa “enviados”. 

Jesús encarga a estos apóstoles una misión importante: hacer discípulos por todo el mundo, anunciar y extender el reino de Dios. 

Para esta misión Jesús les promete el Espíritu Santo, que será enviado por el Padre cuando él ya no esté físicamente entre ellos. Con su ayuda los discípulos serán capaces de cumplir la misión que se les ha encomendado.

En Pentecostés se manifiesta la Iglesia.

Tras la muerte de Jesús los discípulos permanecen unidos en torno a los apóstoles y a María, la madre de Jesús. Durante este tiempo, Jesús se les aparece varias veces, manifestándoles que está vivo y animándoles a cumplir su misión. 

El libro de los Hechos narra cómo en la fiesta de Pentecostés se cumple la promesa: el Espíritu Santo se derrama en los corazones de los discípulos y estos reciben la fuerza necesaria para ser testigos de Jesús. En Pentecostés nace la comunidad de los discípulos de Jesús, se manifiesta la Iglesia. 

La vida de la primera Iglesia.

La vida de la comunidad primitiva que se presenta en los Hechos de los Apóstoles parece ser un ideal que no siempre se alcanzó plenamente. Pero podemos hacernos una idea de lo que pretendían los primeros cristianos y de cuál era el espíritu y la ilusión que los animaba. 

Tal y como se describe en el libro de los Hechos, podemos agrupar la vida de la primera comunidad en tres apartados:

a) En el interior de la comunidad: la comunión. Fruto de la fe en Jesús todos se sienten hermanos, comparten los bienes y viven unidos. 

b) En su relación con Dios: la oración, los ritos y las celebraciones. Oraban en las casas y en el templo. Entre las celebraciones se destaca la “fracción del pan” (la Eucaristía) que tenía lugar en las casas. 

c) En su actividad hacia fuera: la misión. Eran conscientes de que el evangelio había que proclamarlo y se dedicaban a la predicación.

La Iglesia, nueva presencia de Jesús.

Tras su muerte y resurrección, Jesús ya no está físicamente con sus discípulos; sin embargo, a partir del acontecimiento de Pentecostés es la comunidad de los cristianos la que se encarga de hacer presente la vida y el mensaje de Jesús. 

Aquello que Jesús comenzó y que predicó se hace realidad gracias a la fuerza del Espíritu Santo: los cristianos se sienten hermanos, hijos de un mismo Dios Padre; rezan juntos y celebran la Eucaristía (la fracción del pan); se entregan a la misión de predicar el mensaje de Jesús a todos los pueblos.

viernes, 11 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado noveno. 4P

El diálogo con Dios. 

Llamamos interioridad a ese lugar íntimo de la persona en el que sabemos que estamos con nosotros mismos. Cuando conocemos a una persona la vemos por fuera. Lo primero que captamos con nuestros ojos es su cuerpo, su apariencia externa. 

En cambio para ver nuestro cuerpo y nuestra apariencia externa tenemos que mirarnos al espejo. Es decir, de las demás personas lo primero que percibimos es su aspecto externo, y sin embargo, de nosotros no. 

Lo que nosotros captamos de nosotros mismos es, en primer lugar, el mundo de nuestros sentimientos, todo aquello que vivimos en nuestro interior. 

Las personas somos una unidad. Nuestro cuerpo y nuestra apariencia externa no pueden ser el centro de nuestra vida, sino que tienen que estar al servicio de lo que queremos ser en nuestro interior. 

El mundo de nuestro interior no es algo que unas personas tengan y otras no. La diferencia está en que hay personas que entran en su interior, se escuchan a sí mismas y establecen ese diálogo en el que descubren sus sentimientos, sus llamadas y donde van fortaleciendo sus valores y sus proyectos para la vida.


jueves, 10 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado octavo. 4P

 Los géneros literarios en el Nuevo Testamento

Además de los cuatro evangelios, el Nuevo Testamento está formado por otros 23 libros. 

Hechos de los Apóstoles 

Se escribió a finales del siglo I. Para Lucas, su autor, es como una segunda parte de su evangelio. Narra el crecimiento de la Iglesia en sus primeros años. Nos muestra cómo la comunidad cristiana continúa la misión que Cristo comenzó. Sus principales protagonistas son los apóstoles Pedro y Pablo. 

Las cartas de Pablo De las 21 cartas con que cuenta el Nuevo Testamento, 13 se atribuyen a san Pablo. Era un judío, fariseo intransigente, nacido en Tarso (en la actual Turquía). Persiguió a los discípulos de Jesús hasta su encuentro con Cristo resucitado en el camino de Damasco hacia el año 35 d. C. A partir de este momento se convirtió en el mejor predicador de la buena noticia de Jesús.

Escribe cartas a las comunidades cristianas del Mediterráneo para animarles en su fe y exhortarles a ser fieles al mensaje del evangelio. Algunas de estas cartas están dirigidas a los corintios, los romanos, los tesalonicenses, los filipenses, los colosenses, los efesios... Estas cartas suministran los primeros datos sobre la vida y las circunstancias de las diversas comunidades cristianas.

Las cartas católicas 

Las otras cartas del Nuevo Testamento son conocidas por el nombre de aquellas personas que la tradición considera sus autores: Juan, Pedro, Santiago..., en lugar de sus destinatarios.

El Apocalipsis 

Es el último libro del Nuevo Testamento. Apocalipsis es una palabra griega que significa "quitar el velo", descorrer el velo que oculta algo. Su autor intenta mostrar lo que nos espera al final de los tiempos: la intervención de Dios para salvar a la humanidad. 

Es un libro lleno de símbolos. Está dirigido a los cristianos de Roma que padecen persecución en tiempos del emperador Domiciano (años 81-96). Su mensaje está lleno de optimismo.


martes, 8 de septiembre de 2020

Actividad 01 Religión, grado sexto. 4P

El Señor volverá

Jesús, en su predicación, habló varias veces de que volvería. La primera venida de Jesús corresponde con su nacimiento hace más de dos mil años. Entonces, con su vida y su predicación, empezó un tiempo nuevo. 

Podemos decir que en la primera venida Jesús inició y sembró el reino de Dios, y que volverá cuando acabe la historia. Es lo que los ángeles dicen a los apóstoles en el momento de la ascensión de Jesús. Desconocemos absolutamente cuando se producirá esa segunda venida.

Entre la primera y la segunda venida de Jesús está el tiempo de la historia. Es el tiempo en el que las personas vamos viviendo a lo largo de los años. 

En este tiempo existe una verdadera lucha entre el bien y el mal. Cada persona, según actúe en su vida, hace crecer o no el reino que Jesús inauguró. 

La segunda venida de Jesús supondrá también un juicio sobre el mundo. Especialmente los que sufren alcanzarán la liberación definitiva.

El Nuevo Testamento habla de un día glorioso que marcará el triunfo de Dios por su Hijo Jesús. Entonces tendrá lugar el restablecimiento de todas las cosas con miras a la salvación y a la transformación gloriosa de nuestros cuerpos. 

El pasaje que de forma más completa habla de la venida del Señor se encuentra en los capítulos 24 y 25 de Mateo. La respuesta que Jesús da a quienes le preguntan sobre lo que sucederá se puede resumir de esta manera:

– Señales de la venida de Cristo. En un lenguaje apocalíptico, Jesús habla de la aparición de falsos profetas, catástrofes cósmicas, enfrentamientos entre los pueblos, miserias generalizadas. Lo que Jesús quiere dejar claro es que esa venida se podrá distinguir fácilmente. Será tan clara como un relámpago en la oscuridad.

– ¿Cuándo ocurrirá? Jesús dice que “en cuanto al día y la hora nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre”. Lo que hace falta es estar vigilantes. Y lo explica con tres expresivas parábolas: la del criado infiel, la de las jóvenes previsoras y las descuidadas, y la de los talentos.

– Cómo vendrá y qué ocurrirá. Vendrá con gloria para juzgar. En el juicio, el Padre pronunciará, por medio de su Hijo, la palabra definitiva sobre la historia.

Actividad 01 Religión, grado séptimo. 4P

 La relación de Jesús con los niños y el tato a los padres.

Las sociedades patriarcales giraban en torno a la autoridad de los adultos. Los varones más pequeños se incorporaban gradualmente al mundo de las responsabilidades, el trabajo, la toma de decisiones. Desde este punto de vista, el espacio propio de los niños estaba junto a las mujeres, en la ayuda de las labores de la casa. No podían molestar a los hombres y su palabra contaba muy poco. En muchas ocasiones eran incorporados a las labores de la casa en los servicios más humildes: limpiar las salas, guardar el ganado, recoger leña, atender a los huéspedes, etc. En los Evangelios, aparecen jugando en la calle en sus ratos de ocio. 

En cierta ocasión llevaron a unos niños para que Jesús les impusiera las manos. Los discípulos creyeron que molestaban al Maestro. En cambio, Jesús, dándose cuenta de la actitud de sus discípulos, los ubicó en el centro de todos y los puso como ejemplo para entrar en el Reino de los cielos. Al igual que con algunas mujeres excluidas, en la prioridad de Jesús, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.

La atención debida a los padres.

La sociedad judía era muy respetuosa con los mayores. La voz de los ancianos era muy importante; los padres eran respetados hasta su ancianidad. Lo que ellos habían aportado a sus hijos en la juventud, ahora eran devuelto cuando ya se volvían necesitados de atención por los años. Los hijos ya adultos cuidaban y sostenían a los ancianos padres. 

Pero no siempre se vivía así: incluso se usaba un pretexto religioso para no atender a los padres necesitados. El dinero dado al templo para el culto a Dios se quitaba de lo destinado a ellos . Jesús no cayó en el engaño; es una falsa religión que pone el culto por delante de las personas, incluida la familia.

La familia, desde el punto de vista de Jesús.

Jesús tuvo una experiencia familiar muy profunda. Su relación con José y María supuso una referencia para entender lo que una familia debe ser. Pero la familia de Jesús también es otra: su experiencia personal y única de Dios le permite reconocer en Él un padre bueno, un auténtico Papá. Y nosotros, todos hijos de un mismo Padre, somos hermanos y debemos comportarnos como tal.

Esta experiencia original y profunda le permite ir más allá de algunas normas y costumbres del pueblo judío. Así:

  • Va contra la poligamia porque considera que el amor entre un hombre y una mujer es único.
  • Reconoce que el compromiso matrimonial es para siempre, a pesar de que la práctica del divorcio estaba permitida.
  • Trata a las mujeres, a los niños y a los padres ancianos con el debido respeto y les otorga el sitio merecido en la familia y en la sociedad, mirándolos con unos ojos distintos de los de sus contemporáneos.
  • Pone en el centro de la familia el amor incondicional a todos.
Tomado del Libro de religión de séptimo: Ver a Jesús. Editorial SM.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Actividad 06 Religión, grado noveno.

 Los Valores que vivió Jesús.

Hemos visto el proceso que seguimos las personas en busca de la felicidad. Jesús, a lo largo de su vida, también decidió y optó por determinados valores. Para un cristiano es muy importante conocer cómo vivió Jesús y cuáles fueron los valores que le hicieron feliz.

Jesús se siente amado por Dios y cumple su voluntad.

Jesús se sentía profundamente amado por Dios y toda su vida fue una búsqueda constante de la voluntad de Dios sobre él. Se puede afirmar que el centro de la vida de Jesús era su relación con Dios.

La forma que Jesús tiene de responder al amor de Dios es entregarse a la misión que el Padre le ha encomendado: anunciar la llegada del reino de Dios y traer la salvación definitiva. En la conciencia de Jesús la escala de valores gira en torno al amor que recibe de Dios y al amor que entrega a todos los que le rodean.


jueves, 3 de septiembre de 2020

Actividad 06 Religión, grado octavo.

 LOS GÉNEROS LITERARIOS DE LOS EVANGELIOS

Al igual que los autores del Antiguo Testamento, los evangelistas usaron diferentes géneros literarios propios de su época. Lo hacían así cuando querían obtener un efecto concreto en los lectores. Los principales géneros literarios que contiene el Nuevo Testamento son:

NARRACIONES 

Describen hechos de la vida de Jesús:

- Unas veces, estas narraciones recogen acciones milagrosas de Jesús. Por ejemplo, las curaciones de un leproso, de un ciego o de un paralítico. 

- Otras, se refieren a Jesús mismo. Por ejemplo, el bautismo, las tentaciones en el desierto, su pasión, su muerte. 

- Otras, son narraciones escritas para encuadrar un dicho importante de Jesús. Por ejemplo: El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre. 

Relatos de vocación o de llamada de Jesús a sus discípulos. Son generalmente relatos breves. Una mirada o una frase son suficientes: a Leví o Mateo le dice simplemente "sígueme"; a Pedro y Andrés les convoca con la frase "vengan detrás de mí y les haré pescadores de hombres".

DISCURSOS 

Son consejos y recomendaciones que Jesús da a sus discípulos. Por ejemplo: Vosotros sois la luz del mundo. Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que, al ver vuestras Buenas obras, den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

PARÁBOLAS 

Son comparaciones desarrolladas bajo la forma de una pequeña historia sacada de la vida corriente. Jesús las usaba para dar una enseñanza fácilmente comprensible sobre Dios y sobre el reino. Intentan hacer reflexionar a la gente para que sigan los valores del reino. Ejemplos de parábolas son La oveja perdida. El hijo pródigo o El Padre Misericordioso, El buen samaritano...