¿Cuál es la misión de la Iglesia?
La iglesia continúa la presencia de Jesús en el mundo.
La misión de la Iglesia es continuar en el mundo la misma misión de Jesús, es decir, anunciar el reino de Dios, hacerlo presente en la vida de los cristianos y compartirlo con la comunidad humana. Si el origen de la Iglesia es Jesús, su misión no puede ser otra que la de continuar su presencia en el mundo. Del mismo modo que Jesucristo hizo presente a Dios entre los seres humanos, la Iglesia debe prolongar la vida de Jesús, ha de continuar su obra de liberación haciendo realidad el reino de Dios en todos los tiempos.
Para realizar su misión la Iglesia necesita cumplir unas condiciones:
– En primer lugar, la Iglesia debe ser ella misma una comunidad de hermanos y hermanas, una fraternidad que comparta la fe y la vida, en la que el amor, la ayuda y el servicio mutuo sean reales, y en la que Jesús se haga presente en la entrega de unos a otros.
– En segundo lugar, la Iglesia debe ser anuncio y compromiso de liberación para los pobres y para los oprimidos. Debe estar entregada totalmente, como lo estuvo Jesús, a los débiles, a los marginados, a los que más ayuda necesitan.
La misión de la Iglesia es anunciar e instaurar el reino de Dios.
Para poder anunciar el reino de Dios por todo el mundo, la comunidad cristiana encontró cuatro formas de hacerlo, intentando dar una respuesta a las necesidades de la gente que le rodeaba y a las propias dificultades que entrañaba una vida en común.
– Vive en comunión. Ante la urgencia de conseguir un «solo corazón», los cristianos intentan vivir como hermanos. Se reúnen, comparten lo que tienen, ponen sus bienes en común y están atentos para que, entre ellos, no haya nadie que pase necesidad. A través del amor y el perdón, visualizan el reino que Dios quiere para todos sus hijos e hijas.
– Sirve a los más necesitados. La Iglesia se pone al servicio de los demás, especialmente de los más pobres, y se compromete en la transformación del mundo en una sociedad más solidaria y feliz. Para que el mandamiento del amor que Jesús les había dejado fuese eficaz, la Iglesia se dedica a atender a los más necesitados.
– Proclama el evangelio. Desde los comienzos, los seguidores de Jesús han proclamado y enseñado la buena noticia de la llegada del reino de Dios, incluso arriesgando su propia vida. La misión de la Iglesia es manifestar a Cristo ante los hombres, “hasta los confines del mundo”. Su misión es dar a conocer a Jesús e invitar a todos los hombres y mujeres a seguirle.
– Celebra el recuerdo y la memoria de Jesús. En días especiales, la comunidad se reúne para la oración y la celebración de su fe. En estos momentos, se recuerda la vida y el mensaje de Jesús, se da gracias a Dios por todo lo que hace por sus hijos, se comparte y se celebra la vida. Y muy especialmente, la comunidad celebra la memoria de Jesús en la Eucaristía.
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