miércoles, 12 de mayo de 2021

Actividad 03 Religión, grado sexto. 2P

                                     Los grandes encuentros.



La historia de la Salvación.

En la historia de la salvación que narra la Biblia, hay personas y momentos especialmente importantes. Son grandes encuentros de Dios con la humanidad. Estas son sus principales etapas.

Los orígenes

La primera manifestación de Dios es la creación. En los relatos de los orígenes se dice que la existencia del Universo y de la humanidad es el primer signo del amor de Dios. En estos relatos se describe un estado de felicidad original que expresa el proyecto de Dios para los hombres y las mujeres.

La elección de un pueblo

Para relacionarse con la humanidad, Dios elige un pueblo, que será su interlocutor. Es el pueblo de Israel. La elección se realiza mediante una alianza, un pacto con Abrahán y su nieto Jacob, también llamado Israel. Con esta alianza, Dios promete formar un pueblo y acompañarlo cuidando de él.

La liberación

Cuando el pueblo de Israel tuvo que vivir esclavo en Egipto, Dios se revela como liberador. Llama a Moisés para que se ponga al frente de su pueblo, lo saque de Egipto y lo lleve, atravesando el Mar Rojo y el desierto, a la tierra de la libertad, la tierra prometida. En este caminar por el desierto tiene lugar un acontecimiento fundamental: en el Sinaí, Dios, por medio de Moisés, entrega al pueblo una Ley y este se compromete a cumplirla. Es la alianza solemne entre Yahvé y su pueblo.

El reino de Israel

Una vez asentado en la tierra prometida, Israel se va desarrollando hasta llegar a constituir un reino. En esta etapa, Dios se revela como un rey justo y fiel a sus promesas, que conduce a su pueblo por medio de reyes como David y su hijo Salomón. La intervención de Dios también se realiza por medio de los profetas, personas que transmiten al pueblo mensajes divinos, unas veces de ánimo y esperanza, y otras de advertencias o reproches.

La promesa de un Mesías

A pesar de todo, las estructuras políticas y religiosas del reino de Israel no consiguen traer al pueblo esa situación de felicidad prometida. Por eso empieza a surgir la esperanza de que un día llegará un mesías que instaurará la salvación. Son sobre todo los profetas, que hablan de parte de Dios, los que alimentan esta esperanza mesiánica.

Dios se hace hombre

El punto culminante de esta historia de salvación es el momento en el que el mismo Dios entra en la historia haciéndose hombre en la persona de Jesús de Nazaret. La encarnación es el encuentro definitivo entre Dios y la humanidad, y el comienzo de la realización plena de la salvación. En Jesús, Dios se revela totalmente. En Jesús se cumplen las promesas. Él es el mismo Dios hecho hombre, encarnado.

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