Actividad 04 Religión, grado octavo. 1P

 EL SENTIDO DE CIUDADANÍA

La sociedad es el medio donde transcurre nuestra actividad. Entre todos construimos el tipo de sociedad que queremos. 

 

 

LA CIUDADANIA Y SUS CÍRCULOS

Todos hemos nacido en una ciudad o en el campo y somos miembros de una nación. Se llama “ciudadanía” a la relación entre un individuo y su comunidad política. Gracias a ella, el ciudadano goza de determinados derechos y tiene determinados deberes. Todos tenemos distintos grados de ciudadanía, que se van ampliando en círculos cada vez más amplios:

ØLa ciudadanía local. Somos vecinos de nuestra ciudad o localidad.

ØLa ciudadanía nacional. Somos ciudadanos de un Estado, es decir, tenemos la “nacionalidad” de nuestro país. Como ciudadanos de un Estado estamos protegidos por sus leyes y obligados a cumplirlas. En su elaboración todos debemos participar.

ØLa ciudadanía del mundo. Todos somos ciudadanos del mundo. Con este nombre reconocemos que por pertenecer a la especie humana, todas las personas mantenemos unos lazos de proximidad y responsabilidad mutua. Como ciudadanos y ciudadanas del mundo estamos protegidos por los Derechos Humanos, que benefician a la humanidad entera, y también obligan a ciertos comportamientos.

Los Derechos Humanos derivan de nuestra condición de personas, no de nuestra nacionalidad. Son los mismos para todos los seres humanos, con independencia de su etnia, color, religión o cultura.

LA IDEA DE LA COMUNIDAD

En los inicios de la historia, lo propio del ser humano era reservar el título de “persona” exclusivamente para los miembros de su comunidad. Solo sentían interés y compasión por los que pertenecían a su grupo. El dolor de los demás les era indiferente. Consideraban que no pertenecían a la especie humana y que, por tanto, se les podía tratar como animales.

Los filósofos griegos y latinos, y también el cristianismo, fueron los primeros en defender la fraternidad entre todos los humanos. Cicerón, un famoso escritor latino, escribió: “La naturaleza nos ha hecho juntos para ayudarnos mutuamente”.

La idea de que formamos parte de la humanidad ha tardado mucho tiempo en imponerse, porque cada cultura, cada sociedad, cada nación, ha sentido siempre la tentación de enfrentarse a las demás y considerarse superior. Esto ha provocado guerras, enfrentamientos y persecuciones. Solo podremos conseguir la paz reconociendo que somos miembros de la humanidad, y que todos estamos sujetos a los mismos derechos y a los mismos deberes.