EN UN PUEBLO DE
GALILEA
En los relatos no
encontramos información directa sobre la infancia y el inicio de la vida Jesús,
es decir, sus treinta años. Tenemos que acudir a datos arqueológicos e
históricos para reconstruir su vida "oculta".
Galilea era una
sociedad agraria. Los contemporáneos de Jesús vivían del campo, como todos los
pueblos del siglo I integrados en el Imperio... El poblado de Nazaret quedaba
retirado en medio de un bello paisaje rodeado de alturas.
En las pendientes
más soleadas, situadas al sur, se hallaban diseminadas las casas de la aldea y
muy cerca terrazas construidas artificialmente donde se criaban vides de uva
negra; en la parte más rocosa crecían olivos de los que se recogía aceitunas.
En los campos de la
falda de la colina se cultivaba trigo, cebada y mijo.
En los lugares más
sombreados del valle había algunos terrenos de aluvión que permitían el cultivo
de verduras y legumbres; en el extremo occidental brotaba un buen manantial.
En este entorno se
movió Jesús durante sus primeros años; cuesta arriba, cuesta abajo y algunas
escapadas hacia unos olivos cercanos o hasta el manantial.
J.
A. PAGOLA
LA VIDA EN NAZARET
En
los relatos no encontramos información directa sobre la infancia y el inicio de
la vida pública de Jesús, es decir sus treinta años. Se tiene que acudir a
datos arqueológicos e históricos para reconstruir su vida oculta.
Una familia de Nazaret:
Nazaret era una pequeña aldea, de apenas unos
trecientos habitantes, en las laderas de Galilea. La economía era agrícola y se
vivía muy humildemente. La vida de la familia de Jesús no fue muy distinta a la
de las otras familias de su pueblo.
Esta familia no vivía aislada, sino rodeada de
parientes y de otras familias vecinas. Varias casas estaban en torno a un patio
central donde se hacía la vida común, todos eran una gran familia (Patriarcal).
Cada sábado se reunían en la sinagoga para escuchar
la Palabra de Dios y comentarla.
José un artesano de Galilea:
De Él sabemos que era un artesano, un
carpintero-albañil. Esa profesión le obligaba a recorrer aldeas vecinas
buscando trabajo. Con lo que le pagaban mantenía a su pequeña familia. Su
ejemplo le sirvió a Jesús para crecer en la bondad y el respeto a la figura del
Padre de todos, Dios. Los Evangelios solo hacen una mínima referencia a José en
los relatos del nacimiento, después desaparece y Jesús aparecerá acompañado de
su madre y sus parientes. Según los expertos, José ya había muerto.
María una muchacha de pueblo:
Tampoco tenemos información de María. Como toda
mujer de Nazaret se encargaba de las labores de la casa y de educar a Jesús.
Por su presencia en los Evangelios sabemos además que:
* Era una mujer con un rico mundo interior, que
guardaba las cosas en su corazón. Esa sensibilidad le permitió desarrollar un
profundo espíritu de fe. Ese mismo espíritu lo transmitió a su hijo en la
infancia y le enseñó a encontrar a Dios en la vida.
* Estaba atenta a las necesidades de los demás y
era solidaria con sus sufrimientos. Como madre estaba dispuesta para atender
con generosidad a quien pudiera necesitar de su ayuda.
* Era una mujer fuerte, soportó el dolor propio y
ajeno, y fue capaz de acompañar a su hijo en los momentos más difíciles.
Jesús, un niño como los demás:
En este ambiente y en compañía de estas dos
personas privilegiadas, creció Jesús. Como niño compartía la vida cotidiana de
los niños de Nazaret. Jugaba, obedecía a sus padres, ayudaba en casa… Más tarde
aprendió el oficio de su Padre y le ayudaba en su trabajo.
No había libros, entonces lo que aprendió Jesús fue
mediante la observación de la vida y gracias a la tradición oral. Con la guía
de su madre y del Espíritu Santo, adquirió una profunda sabiduría del corazón.
Cuando más tarde fue el Maestro, hablaba con convicción y autoridad.
No tuvo mujer, en contra de las costumbres de la
época. Llegado su momento, abandonó su hogar y su familia para dedicarse a la
Misión: anunciar el Reino de Dios.
Tomado de: Ver a Jesús, Editorial SM.
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