miércoles, 11 de agosto de 2021

Actividad 04 Religión, grado octavo. 3P

 Los cuatro evangelios.

MATEO

Se le atribuye tradicionalmente a este cobrador de impuestos convertido en uno de los doce apóstoles (Mt 9,9).

Al parecer, su autor es un cristiano de origen judío que no conoció a Jesús, pero sí conocía bien el ambiente social de Palestina y las Escrituras.

Se escribió entre los años 80 y 90, quizá en Antioquía para los judíos cristianos de la ciudad. Enfrentados con el judaísmo oficial, expulsados de las sinagogas, el evangelista les muestra que son ellos el verdadero Pueblo de Dios anunciado en el Antiguo Testamento.

Ataca con firmeza a los fariseos y muestra cómo en Jesús se cumplen las Escrituras. Él es el Salvador anunciado por los profetas.

MARCOS

Parece ser el joven citado en los Hechos de los Apóstoles (Hch 12,12) que acompaña a Pablo en sus viajes y después vuelve con su madre. La tradición lo presenta como "secretario" de Pedro en Roma.

Fue escrito hacia el año 70 en Roma, para una comunidad de cristianos no judíos amenazada por la persecución. El lenguaje empleado es sencillo. Su autor quiso transmitir la predicación de Pedro en Roma. Intenta hacernos ver que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Su forma de actuar, sus milagros y su autoridad así lo atestiguan.

LUCAS

Se reconoce en él al "médico querido" (Col 4,14) que acompañó a Pablo en Mileto y Roma. Posiblemente es griego y muestra una gran cultura. Escrito en griego entre los años 80 y 90 para griegos convertidos al cristianismo que conocen mal las Escrituras y costumbres judías, y el evangelista se preocupa por enseñárselas.

El mismo autor escribió los Hechos de los Apóstoles. Muestra cómo en Jesús Dios visita a su pueblo y viene a manifestarle su amor. Es el que más insiste en la bondad de Jesús, su perdón y misericordia. Es muy duro con los ricos.

JUAN

En su fuente parece estar el apóstol preferido por Jesús, un joven pescador de Galilea. Pero desconocemos al autor material del evangelio. 

Se escribió entre los años 95 y 100, probablemente por un grupo de discípulos que meditaban las enseñanzas de Juan. Sus destinatarios pudieron ser cristianos judíos y no judíos de la ciudad de Éfeso. 

Nos muestra a Jesús como un retrato de Dios, la Palabra del Padre. Dios "se ha hecho carne" en Jesús. Usa un lenguaje muy simbólico para decirnos quién es Jesús: el pan de vida, el buen pastor.


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